Charla con
mi viejo profesor
Tú me dijiste espera, eres parte de la vida. Hecho de la religión
Y para la religión, yo te hoy pero no, no pudo oírte mi corazón.
De nuevo me dijiste espera. Y yo ya no oí tu voz.
Seguí mi camino solo pero del brazo de Dios
Y pasado largo tiempo te vi de nuevo
Y me llamaste, oí tu voz.
Mas al oírte me sentí algo confusa, sentí dolor,
Había fallado en el intento con vos
Y tú de nuevo me dijiste espera y espere yo
. Tomaste mi mano y oíste mi voz y a ella contestaste con amor.
¿Qué haces? Me preguntaste; Yo respondí: dar amor,
Ayudar, rezar y creer en Dios.
Y tú dijiste, tú no te equivocaste, lo hice yo
. Para creer y amar a Cristo no ha de ser de modo alguno, con condición
. Tú has dado la vida, has dado amor, me has enseñado tanto con tu perdón
Que me gustaría decirte que aun esta libre tu sitio en nuestro hogar,
Que la iglesia te llama esperándote esta, que siempre tendrá allí tu lugar.
Todos somos hermanos, todos iguales.
Más yo me sonrojo y empiezo a temblar
. Dios gracias, gracias Dios, pero es igual.
Yo tengo a Cristo en cualquier lugar,
En mi casa, en el trabajo, en la calle, en el pobre al pasar, en el niño,
En el hambriento, en todo esta. Pero la Iglesia ya no es igual,
Siempre será mi madre, mi sitio donde rezar,
Siempre será la cara de mi Dios
Un lugar muy especial, pero yo no soy de ninguna congregación
Solo soy uno más. Por ello no me guardes sitio,
No apartes a nadie que allí se pueda sentar,
Solo soy un devoto que está dispuesto a ayudar.
Escucha, me has dicho, y yo, te escucho.
Tú siempre serás especial, porque Dios así lo quiso y así serás,
Para todos lo que te conozcan así serás,
Algo más, ejemplo, guía, confesor y remedio de algún mal,
La iglesia está contigo, y tú con nosotros también estas.
Siempre serás la bella niña, que un día eligió su lugar..
Francis Falcón
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