La enfermedad de la
abuela
Con pena en el alma
Camina la abuela
Y busca las cosas
temblando y a tientas
Cruza muy despacio
Abriendo las puertas
Las habitaciones,
estando tan cerca
Muy lejos le quedan
Con sumo trabajo y
cada mañana
Escoge sus ropas,
con una pena inmensa
Acariciándolas con
sus dedos, hasta conocerlas
Revés y derecho se
pregunta ella
Arregla su pelo con
sus frágiles manos
Su mirada de dulzura
al mundo regala
Y al cielo le pide
rezos y plegarias
Del cielo milagros,
cada día espera
Para que sus hijos
no conozcan penas
Stelas de dolor, le
marcan sus huellas
Sus ojos pequeños,
sanarlos quisiera
El agua del baso
Ya es una condena
La sed y el hambre
La comida en la mesa
Aumenta su pena
Qué triste es
mirarla con esa ceguera
Sus ojos dolidos
Tan despacio
andando, a tientas y a ciegas
Entre intervalos
avanza
Con su garrote la
abuela
Que olvida las
cosas, dicen de ella
Desgarra mi pecho su
triste amargura
Su escasa alegría,
Y esa soledad, en
cual ella se encuentra
En gritos de
silencio ella sufre y llorar,
Siete hijos pariera,
Y por los siete su
vida ofreció
Con trabajo duro a
ellos crio
Con furia y coraje a
todos defendió
Y cuando la
precisaron, siempre la encontraron
En todo les
ayudo
De los siete dos, se
los llevo Dios
Por los cinco que le
quedan
Y cada mañana a su
Dios le reza
Y cada noche junto al teléfono, la pobre se
sienta
Esperando que
alguien, se acuerde de ella
No hay tal llamada,
solo indiferencia
Con que están
ocupados, ella se consuela
Más sabe muy bien,
que muy lejos queda
Razones y tiempo
Palabras a medias
Que le ha olvidado
para sus adentros
Y se dice ella
Que amarga tortura
Mírale sufriendo y
en silencio
La pena que alberga
Que puede hacer, se pregunta,
mi alma perpleja
Si por más que le
entregue mi amor
Ella les recuerda
Y toditos los días
Me dice y se acuerda
De alguna cosita,
que ellos le dijeran
Que le quieren
mucho,
Con sonrisa recuerda
Y miro confusa y
ofendida
La mano ingrata que
a una madre deja
A solas y perdida,
con esa ceguera
¡¡¡ Si supiera ella¡¡¡
Que esperan que yo
desfallezca
Para ingresarle en una residencia
La pobre abuelita ….
A solas y ciega
Qué pena me produce,
al pensar en ella.
Francis Falcón…
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