Guárdalo mi niña
Pasaba los días
Pasaba las tardes
Muy apresurada
Adelantando trabajo
Para, a su Dios rezarle
Con cariño y esmero
Hablaba de sus cosas
Como amigos grandes
Eran compañeros
En cada detalle
Pedía por sus hijos
Rogaba por el mundo
Imploraba por aquellos,
Que no tenían, a nadie
Adoraba las cuentas
que adornan su imagen
Y un día tranquilo
De una larga tarde
puso sobre mi frente,
La cruz, con su imagen
Repleta de cariño
cubierta en emblema,de sangre
Guárdalo con cariño
Me dijo, con una pena grande
Con brillo en sus ojos
Lloraba mi madre
Guárdalo mi niña
Y nunca le apartes
Este limpio rosario
Sudario de fe
Reflejo de amor
que envuelve sus carnes
Por los errores del hombre
Torturas y muerte
De tantos inocentes
Personas valientes
Rosas valerosas
Que sufren y padecen
las negras espinas
los clavos punzantes
La vida inconciente
Con sus dulces manos
Y ese amor tan grande
Lo colgó en mi cuello
Como parte de mi propia carne
Esa cruz preciosa
y el santo, con su bella
imagen
en ella reflejado
El daño causado
Por el mundo maltratado
Torturado, clavado
Sin ser culpable...
y cuanta ternura
me inspira al contemplarle
el Cristo que un día
me diera mi madre
Fue esa Cruz compañera
De mi largo viaje
De mis hechos escudo,
camarada en los días
Del amargo combate
su Cristo me digo
El Cristo bendito
que adoro mi madre
Por eso en mis noches largas
De pena y de llanto
les rezo constante
por eso le busco
Le llamo y le imploro
Buscando un remedio
Para aminorar mis males
Desde el mismo cielo
Me responden los Ángeles
En el cielo una nube
se inflama radiante
Ese hermoso cielo
Del Cristo a quien rezo
pensando en mi madre
El me da las fuerzas
En la lucha implacable
arranca mis tristezas
En mis horas de furia
cuando a la pena
Me inclino arrojarme
Y en mi amargo desconsuelo
Yo siento tras pasos
Que al vivir tempestades;
me acecha tranquilo
Con mirar sereno
Y me hace entender momentos
Del mundo inexplicable
la amargura injusta
De este mundo cobarde
La pena sin sentido
con faz repugnante
Y cuando no hay camino
un sendero me abre
su imagen me arroja
La calma y sosiego
El amor al mundo
En un simple rezo
Por eso a mi cuello
Prendido yo llevo
con amor su imagen
Son parte de mi vida
parte de mi cuerpo
De la misma forma
Que me ofreció mi madre
Su viejo rosario
Que siempre será suyo
en formas y partes
por eso esta noche,
como siempre al besarle
Le dedico mis rezos.
A ese amor tan grande
Y en mis más queridos recuerdos
Grabadas a fuego, como tatuajes,
Quedare sus palabras
como un resonante
Guárdalo mi niña y nunca le apartes
Me dijo una tarde
llorando mi madre.
Guárdalo mi niña,
Que la fe, y el amor ,
Es lo más grande
Hoy ese rosario
Pieza incomparable
Un trocito de amor
del querer madre...
Francis falcón….
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